martes, 22 de enero de 2013

La ultima noche

La ultima noche

Pedro no entonaba bien, pero los dioses lo guiaban, en su estómago sentía su dolor irse luego de tanto tiempo, entonaba viejas tonadas, las mismas que cantaba su abuelo. el sol salía afuera, pero el bar sin vista a la calle vivía en su noche eterna, bebían, reían y alzaban sus voces mirandosé a los ojos. Alberto comandaba su requinto memorioso y los hombres de la cantina ahuyaban contra la vida. homenajeandola. disfrutandola. canciones escritas por autores muertos, ya difuntos, descansando en paz, y su música resonando en el salón, liberando las almas de los concurrentes, recordando viejos amores dolorosos, perfectos en la magia del recuerdo. cuando el viejo alberto parecía no saber más alguien comenzaba a entonar un viejo bolero olvidado, entonces la voz del requinto surgía memoriosa, impecable, con el respeto que la ocasión merece, por ser el caso de la última noche.